El lunes, el presidente anunció el proyecto para intervenir y expropiar la empresa Vicentín: “Estamos mandando al Congreso una ley de expropiación para que el Estado nacional se haga cargo”, dijo Alberto Fernández.
El presidente aclaró que no le gusta llamarla expropiación sino “un rescate de Vicentín”: “Lo hicimos para que los trabajadores sigan con sus tareas y los productores sigan produciendo con alguien que les genere confianza”.
¿Cómo una empresa centenaria que:
– es una de las 10 exportadoras más grandes de ARG;
– aumentó su facturación de u$s 700 millones en 2017 a u$s 4.256 millones en 2019;
– en 2019 vendió 8,4 millones de toneladas (el 9% del mercado agroexportador de ARG);
– en 2019 fue la principal empresa ARG exportadora de aceites y subproductos de soja y girasol (7.425 toneladas);
* en diciembre de ese año récord (2019), anuncie una cesación de pagos y se presente a convocatoria de acreedores?
* tenga un pasivo de u$s 1500 millones (casi 100.000.000.000)?
* adeude a casi 2.700 acreedores?
* el grueso de esos acreedores sean entidades financieras (más del 60% de las deudas de la firma)?
* de esas entidades financieras, las cuatro principales acreedoras son bancos públicas: Banco Nación, (18.182.297.617,70), Banco Provincia de Buenos Aires ($1.814.311.396,16), el BICE ($313.233.794) y el Ciudad ($318.704.741,10)?
En el día de hoy, en Radio Con Vos, Fernández aseguró: “Soy un hombre que cree en un capitalismo más justo, pero que cree en el capitalismo. No me da vergüenza decir que soy un capitalista… sí me da vergüenza decir que el capitalismo en el que creo se convirtió en un capitalismo financiero sin contenido ético”.