Recientemente la Inspección General de Justicia resolvió que las asociaciones y sociedades que allí se inscriban deberán tener una composición que respete la diversidad de género integrando la misma cantidad de mujeres y de varones en sus directorios. Las cuotas de género son un instrumento antipático pero que sirve para acelerar cambios que de otra manera tardarían años, o siglos, en llegar. Según un reporte del Foro Económico Mundial, a este paso, cerrar la brecha de género tomará 257 años. ¿Demasiado, no?
Sin embargo es común que aparezcan las preguntas sobre la idoneidad que, seamos francos, no nos hacemos cuando quienes dirigen son varones y se cuela el discurso de la meritocracia negando desigualdades estructurales.
Según una investigación de KPMG y Women Corporate Directors solo el 10,3% de los miembros de directorio de las 1000 empresas más grandes de la Argentina son mujeres. Además, de las empresas que cotizan en la Bolsa de Buenos Aires, el 49% no cuenta con ninguna mujer en su directorio. Lo cual resulta curioso porque no hay correlación entre la cantidad de profesionales del área recibidos y de las mujeres que llegan a cargos directivos. Eso se debe a que, por un lado, no hay suficientes incentivos para que las mujeres avancen en su carrera y que, además tienen más obstáculos que los hombres como techos de cristal o pisos pegajosos.
Esta resolución puede parecer polémica a primera vista pero las cuotas se aplican en todo el mundo y dan buenos resultados: Alemania desde 2016 obliga a los consejos de administración de las 200 empresas más grandes a tener un 30% de presencia femenina. Francia reserva un 40% de los puestos de sus juntas directivas a mujeres y Noruega obliga a las empresas que cotizan en bolsa a tener al menos el 40% de mujeres en los consejos de administración. Ya lo dijo Aude Maio Coliche, embajadora de la Unión Europea en la Argentina: «El compromiso voluntario no funciona».
#SpoilerAlert esta normativa corre únicamente para sociedades que se inscriban en la IGJ que, a su vez, puede hacer excepciones.