Deuda para todos
Aplausos. Festejos de propios. Felicitaciones de opositores. Elogios de la elite empresarial argentina. Aprobaciones de Wall Street. Saludos del FMI. Un gran acuerdo. Golazo.
El campo de juego
Luego de la última presión de los fondos de mayor peso que amenazaron boicotear el acuerdo, el gobierno extendió por quinta vez la prórroga (ahora vence el 24 de agosto) para negociar la deuda mejorando un poquito la oferta. Todo indica que BlackRock y la mayoría de los fondos de inversión aceptarán.
El Estado argentino de esta manera patea pagos y gana terreno hasta 2023. Recién en 2028 los vencimientos de deudas vuelven a tener una carga significativa, y ahí deberán refinanciarse una vez más. No hay que olvidarse que la Argentina tiene vencimientos de deuda hasta 2l17.
Mediocampo
La discusión se dio cercana en la mitad. A la propuesta inicial del gobierno de pagar el 39% de los intereses, y del 76% que pedían los acreedores, el 54,8% les cuadra a ambas partes. Con una pequeña quita de capital y este acuerdo de los intereses, Argentina pagará el 3,1%. El trato parece ser conveniente para ambos: los acreedores sabían que cobrar el 100% del 7% de interés anual en dólares era imposible, y el gobierno obtiene puntos para salir del fondo de la tabla.
Plan de ataque o plan ajuste
Muchos renombrados economistas y periodistas, luego de saludar el acuerdo, están sugiriendo y exigiendo “un plan”. Lo que obvían explicitar es que es un plan de ajuste económico: bajar el gasto público, bajar la carga impositiva.
Argentina lleva tres años seguidos de recesión, tiene una inflación alta (apróx 40% anual) y una pobreza y carencia de empleo creciendo en los últimos años. Con este marco social, agravado aún más por la pandemia, hacer un ajuste del tipo que pide el mercado es caldo de cultivo para el país termine goleado por la conflictividad social.
Próximas fechas
Se ganó un partido clave. El próximo parece simple: ya se envió al Congreso el proyecto de ley para reestructurar la deuda de los títulos en dólares emitidos bajo legislación argentina (35% son tenedores privados y el resto dependencias estatales). Luego sí que la tendrá complicada el equipo de Alberto: tendrá que negociar la deuda con el FMI de 50.000 millones de US$ a pagar entre 2021 y 2024. El Fondo no será tan benévolo para negociar la plata del directorio (el G-7) .
¿Y si meten el VAR?
Si hay algo que saben hacer los fondos es trampa y jugar sucio. En enero de 2015, el ex ministro de economía Prat Gay les pagó todo lo pedían los acreedores de la deuda. Hasta el 24 de agosto no sabremos qué cantidad de acreedores entrarán al canje. El gobierno espera activar las “cláusulas de acción colectiva” para evitar litigios de quienes no quieran entrar. Pero ¿quién asegura que alguno de estos tenedores no quieran entra y prefiera ir a juicio para que otro juez Griesa falle en contra de la Argentina? ¿Quién no les asegura que un futuro gobierno firme y pague sin chistar todo lo que pide el establishment de Wall Street?