En un año el precio de la carne aumentó un 65%. El gobierno desde el año pasado negocia con productores y las entidades agropecuarias de la Mesa de Enlace (S.R.A., C.R.A, Coniagro y Federación Agraria) para que los alimentos no suban de precio. Cómo uno ve en los supermercados. Eso no viene sucediendo.
Ante esta situación, el gobierno movió «la mesa de negociación» (si es que existía) y suspendió las exportaciones de carne por 30 días. Casi como un acto reflejo, las entidades de las empresas agropecuarias iniciaron un lock-out por 9 días en todo el país.
Las exportaciones de carne de vacas, entre febrero de 2020 y febrero de 2021, fueron de US$ 2700 millones, casi el 2% del Producto Interno Bruto (PIB). Argentina exporta más del 27% de la carne que produce.
Desde el gobierno defendieron la suspensión de exportaciones de carne aduciendo que en plena pandemia, en los últimos 12 meses, el aumento en el mercado interno fue mayor que el índice de precios; y que en cortes populares como el asado aumentaron el doble. El presidente Alberto Fernández abogó por la necesidad de “poner orden a quiénes exportan y en el Mercado de Liniers”.
Por su parte, los argumentos de las exportadoras de carne vacuna, replicados en casi todos medios apuntan a que las pérdidas serán cerca de US$ 250 millones y que están en peligro 100.000 puestos de trabajo.
Muchos medios recordaron también las restricciones parciales que, por mismo motivo, puso Néstor Kirchner a las exportaciones de carne vacuna en 2006 y que se sostuvieron hasta fines del gobierno de Cristina Fernández en 2015.