«A los ahorristas hay que ofrecerles una posibilidad de ahorro en pesos que supere la inflación»

Luego del canje de la deuda con litigio en tribunales extranjeros y de la salida del default, nos comunicamos con el economista cordobés Fernando Oviedo para analizar las perspectivas para la economía argentina.

– ¿Se hará efectivo la activación de las cláusulas de acción colectiva para que no haya otros fondos buitres que nos derriben este acuerdo?

– La deuda con los bonistas bajo declaración extranjera se canjeó en un 99,3%. Se activaron todas las cláusulas de acción colectiva de modo tal que los que quedaron afuera del canje no pueden vender los títulos a fondos buitres, y eventualmente esos fondos buitres no pueden ir a litigar a los tribunales de Nueva York porque se activaron todas las cláusulas anti buitres.

– ¿Qué posibilidades hay de que eso no pase?

– No creo que pase porque ese 0,7% del total de deuda que quedó fuera del canje representa más o menos 650 millones de dólares, una cifra comparativamente menor e insignificante. Y cabe la posibilidad de que el Estado siga pagando los intereses de esos bonos porque le demandarían 20 millones de dólares al año. Entonces no habría problema de pagarlo con las viejas condiciones.

– Si se activan las clausulas, mejor, ¿no?

– Por supuesto, estos bonistas que quedaron afuera fue aparentemente por el hecho de que sus tenedores desconocían el trámite. Se trata de tenedores menores (europeos en su mayoría porque se trata de bonos en euros) que desconocían las condiciones del canje y desconocían la existencia del trámite. Aparentemente ahí los bancos asesores de esos tenedores fallaron a la hora de la localización de los acreedores -yo creo que por desidia y desconocimiento- no por una expresa voluntad de no adherir al canje. No representa un peligro porque al activarse las cláusulas de acción colectiva no tienen ninguna posibilidad de ir a un tribunal a accionar contra la Argentina, y si accionan se trata de una cifra muy pequeña, entonces no remite ningún inconveniente.

“Necesitamos recuperar la inversión privada, el acuerdo con los acreedores privados es una condición de posibilidad para la economía crezca”.

-¿Cuáles son facilidades que va a la Argentina tener a nivel de crédito internacional a futuro con este canje?

– En principio tengo que decir que Argentina va a tener un alivio financiero significativo. Prácticamente va a tener que desembolsar una cifra menor de alrededor de 6.000 millones dólares en los próximos 4 años para pago de unos cupones de intereses, entonces el desahogo es bastante significativo en términos de cantidad de dólares. En la mayoría de los países del mundo la deuda en divisas es impagable, entonces los países ‘¿Qué hacen?’ Van renovando o cambiando deuda por deuda, lo que se conoce como “roll over”: pagan los intereses permanentemente y no el capital. Al vencimiento del capital, renuevan ese vencimiento a más plazo con nueva deuda. Para poder hacer eso, y que te financien nueva deuda para pagar deuda, tenés que tener acceso a los mercados internacionales de crédito, a una tasa razonable para cambiar deuda por deuda y no tener que poner la guita para pagar el capital.

En principio, por ahora, Argentina lo que consiguió fue una mejora en la nota de la calificación crediticia. Salimos de la calificación crediticia de default selectivo y pasamos a “Triple C”, que es una nota mejor. Si bien te ubica abajo en la tabla, te saca de la zona de default, lo cual habilitaría la posibilidad de que se pueda acceder a los mercados de crédito a fines de renovar deuda cuando tenga que renovarla; no ahora.

– ¿Cómo ves que pueda andar de acá a futuro la economía? ¿Cómo va a impactar este canje de la deuda teniendo en cuenta cómo viene el país tras 8 años sin crecimiento sostenido, después de un gran endeudamiento y una parálisis económica y productiva en estos últimos 4 años y con el agregado de la pandemia?

– Para que la Argentina crezca tiene que crecer nuestro sector industrial, para que el sector industrial crezca tenemos que tener una provisión de dólares lo suficientemente sólida como para que ese sector industrial pueda acceder a dólares para hacer frente a la compra de insumos. Tenemos una industria que es dependiente de la compra de insumos, que es una industria subdesarrollada y muy demandante de divisa. El 70% de los componentes y de los insumos que dan lugar o dan como resultado el bien final son componentes en dólares, componentes importados. Entonces nuestra industria subdesarrollada es una industria muy dependiente de divisa; sin divisa la industria no puede crecer, no puede recuperarse y por ende el PBI tampoco. Entonces, este acuerdo le va a permitir al Estado contar con el suficiente flujo de dólares para alimentar la posibilidad de que la industria retome el sendero de crecimiento, de modo tal que pueda ver satisfecha su demanda de dólares para la compra de insumos y haya el capital necesario para que la industria pueda comenzar a activar.

Las posibilidades de que la economía argentina crezca están dadas si, por lo menos desde el plano teórico, vemos que el Estado va a tener un desahogo en términos de divisa bastante importante como para alimentar el mercado cambiario y la demanda de dólares de parte del sector industrial. Este año el Estado cierra con un déficit fiscal de un 8%, obviamente por las necesidades inherentes de la pandemia: tanto por el pago de salarios a través del “Programa ATP”, como el pago del “IFE”, como todas las medidas de asistencia financiera al sector de la salud. Martín Guzmán, el ministro de Economía, habló de que el año que viene el déficit va a ser de 4,5% porque se elimina el gasto de todo lo que tiene que ver con la pandemia (suponiendo que la pandemia cede o que aparece la vacuna). El Estado tiene que aliviar un poco la emisión de moneda para asistir a las familias y las empresas pagando IFE y ATP. Entonces no habría ajuste fiscal durante el 2021 con el objetivo de que la economía pueda arrancar. Hacer un ajuste fiscal es contractivo porque no permite salir del ciclo recesivo. Habría un nivel de gasto muy interesante a fines de alimentar una demanda de bienes y servicios, una demanda de consumo que necesita recuperarse a fines de que el crecimiento sea posible. Otro factor explicativo del crecimiento del PBI tiene que ver con el crecimiento de la inversión pública y privada. El acuerdo de la deuda le permitiría al Estado contar con dólares frescos e inclusive con pesos a fines de financiar un programa de obra pública bastante importante. Y la inversión privada también es vital porque es el principal generador de empleo formal y precisa de la posibilidad de recursos para invertir.

La inversión privada en la Argentina es muy baja, la inversión en cualquier país que tenga aspiraciones de un ciclo de crecimiento económico sostenido debería ser del 24%. En Argentina, antes de la pandemia, estábamos con una inversión privada del 18%, ahora estamos con una inversión del 14% promedio. Está desplomada. Necesitamos recuperar la inversión privada. Y el acuerdo con los acreedores privados es una condición de posibilidad para que eso suceda porque brinda un escenario de estabilidad en la expectativa, de modo tal que inversores del exterior decidan traer recursos a la Argentina e invertirlos en “fierros”, es decir, inversión extranjera directa real, no especulativa. Además el acuerdo le va a permitir al sector privado, a su vez, renegociar sus propias deudas, a fines de conseguir un desahogo para poder invertir. Las expectativas están presentes, hay que ver si en la realidad se verifica todo lo que menciono.

“El Estado nacional va a intentar achicar la brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo sin devaluar el oficial, intentando bajar la cotización del cambio paralelo y las cotizaciones del “dólar bolsa”, vendiendo bonos en dólares a fin de achicar la brecha.”

– La economía argentina parece padecer siempre los mismos problemas: el “stop and go” cíclico, el gasto público que dispara en inflación, la falta y el precio del dólar. ¿Por qué siempre el país termina en este ciclo? ¿Cómo debería actuar el gobierno para que estas variables no se disparen?

– La posibilidad de una devaluación siempre impide el crecimiento. ‘¿Por qué Argentina hace devaluar a su moneda?’. ‘Porque se ha encontrado con la balanza comercial o con la balanza de pagos estrangulada por falta de dólares’, ‘porque hay una excesiva demanda de dólares y la oferta no reacciona’. Entonces devaluás para que suba el precio del dólar y ajustar y equilibrar el mercado cambiario. Obviamente la devaluación te tira para abajo el consumo porque te hace caer el salario real y se detiene el crecimiento. Pero, ‘¿por qué tomamos la decisión de devaluar?’ ‘Para aliviar la tensión en el mercado cambiario’. Pero ahí se le pone un freno a la economía con la devaluación. Muchos sostienen que la devaluación y el tipo de cambio competitivo son importantes para tener un sector exportador sólido, de manera que dé superávit en la balanza comercial. El tema es que nuestra demanda de exportaciones no depende del tipo de cambio sino que depende de la demanda mundial, el volumen de exportaciones no depende si el cambio es alto o bajo, sino de la demanda mundial de los productos que Argentina exporta. Manufacturas de origen agropecuario, granos procesados o sin procesar y algo muy poco de manufactura de origen industrial, sobre todo al Mercosur. Las devaluaciones siempre son inconvenientes que sirven para zafar de la estrangulación del mercado de divisas. Hoy estamos en un escenario de ese tipo porque tenemos una presión constante sobre el dólar, con una brecha entre el cambio oficial y el paralelo bastante significativa.

El 85% de lo que importa Argentina son insumos y bienes capitales que se utilizan en la producción interna. Por lo tanto, si se cae la economía, se cae la demanda de importaciones. Hoy no tenemos balanza comercial favorable porque exportamos más sino porque se desplomaron las importaciones. Cuando vos comiences a crecer y recuperar la actividad económica, o cuando la economía empiece a rebotar el volumen de importaciones, va a crecer; con lo cual te desaparece el superávit del balance comercial. Y supuestamente, si ahora tenemos tensiones cambiarias siendo que, no tenemos déficit en la balanza comercial, sino que tenemos superávit; imaginate lo que puede llegar a pasar cuando ese superávit deje de existir. Yo creo que lo posible para no ponerle un freno a la demanda y evitar que se caiga el salario real más de lo que ha caído, es evitar que el tipo de cambio se devalúe violentamente. Para eso tenés que administrar inteligentemente el mercado cambiario, que yo creo que al gobierno ahí le está faltando un poco de tino, pero ahora con Martín Guzmán concentrado en la política económica interna me parece que el Estado nacional va a intentar achicar la brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo sin devaluar el oficial, intentando bajar la cotización del cambio paralelo y las cotizaciones del “dólar bolsa”, vendiendo bonos en dólares a fines de que la cotización del paralelo y el dólar bolsa caigan y se achique un poco la brecha. No veo en el gobierno intenciones de devaluar violentamente el tipo de cambio oficial porque el gobierno aspira a que la demanda se recupere. Y el principal componente de la demanda son los bienes y salarios. Con una devaluación brusca la demanda se te desploma.

– Dentro del gobierno hay declaraciones unísonas en no devaluar pero hay discusiones públicas en cuanto a las restricciones para acceder a los dólares. Hay algunas declaraciones en ser más estrictos con el acceso y comunicados de ministerios en dejar todo como está. ¿Qué pensás que conviene?

– Algunas versiones indican que están evaluando la posibilidad de un desdoblamiento cambiario: esto de tener un dólar comercial y uno financiero por separado. Liberar el dólar financiero significa que ese dólar va a escalar a cualquier precio, no sabemos qué precio puede alcanzar y eso va a generar mucha tensión inflacionaria y mucha tensión devaluatoria o mucha expectativa de devaluación e inflación. Martín Guzmán se manifestó en contra de la posibilidad de eliminar el cupo de 200 dólares por mes. Empeoraría mucho la cuestión de la expectativa porque si eliminás esa posibilidad te estalla el mercado paralelo.

– ¿Vos crees que el gabinete económico logrará que el precio del dólar blue se acerque al del dólar ahorro? – Hubieron 4 millones de compradores de divisa en agosto, mucha gente vio la posibilidad de hacer el rulo: comprar con su cupo el dólar ahorro y venderlo en una cueva. Para la clase media y los más castigados por la pandemia 7.000 pesos son 7.000 pesos. Y si tenés la posibilidad de hacer esa operación, la hacés. Yo creo que la clase media necesita instrumentos de ahorro en pesos con un rendimiento positivo, es decir, por encima de la tasa de inflación anual. Hoy el plazo fijo paga 33% anual, que está por debajo de la inflación. Hay que generar y ofrecer incentivos de ahorro en pesos a los sectores medios de Argentina a fines de que tengan una alternativa diferente a la de la divisa, pero sin una tasa por las nubes que te suba el spread bancario, y los bancos se vean obligados a prestar a una tasa más alta. Porque ahí frenás cualquier posibilidad de expansión del crédito y de que las empresas puedan financiar capital de trabajo e inversiones solicitando créditos a los bancos. Hay que buscar un equilibrio ahí. Hay que ofrecerles una posibilidad de ahorro en pesos a los ahorristas que supere unos puntos la inflación anual.

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