$45.000 el número que separa a una familia pobre de pagar ganancias.

Hace unos años quienes pagaban el “impuesto al salario” (más conocido como “impuesto a las ganancias”) eran considerados la “elite” de la clase trabajadora. Aquellas personas que cobraban buenos salarios, tributaban ganancias, pero eran muy pocas. Entre abril de 2015 y abril de 2020 se duplicó la cantidad de asalariados que son alcanzados por este impuesto. Hoy en día $45.000 separan a una familia tipo de ser considerada pobre ($54.000) de ser alcanzada por ganancias ($98.966).

La disyuntiva fue planteada por el sitio ElCronista.com. Es que este año, el impuesto a las ganancias aumentó su piso un 35% respecto del período fiscal anterior. La actualización del índice se hace por el promedio de la variación salarial y no por el índice de precios al consumidor (IPC). Si bien el año pasado la inflación fue de 36%, apenas un 1% por arriba de la actualización de los valores de ganancias, como pasa con el poder adquisitivo de los salarios, año tras año la inflación se come los salarios y se achica la brecha entre la canasta básica total y el piso del impuesto a las ganancias.

El origen del impuesto a las ganancias en nuestro país es del año 1933, cuando con la figura de “Régimen de Impuesto al Rédito” a través de una Ley se creó la actual AFIP y se creó un elemento de recaudación que iba a ser momentáneo para paliar las consecuencias de la crisis mundial de 1929. La ley se modifica en 1947, y en 1973 se actualiza la ley de “Impuestos a las Ganancias” y se establecen las categorías de aplicación actual; las últimas modificaciones a la ley fueron en agosto de 2013.

Para saber más del tema consultamos a Fabián Medina, economista, docente de la UBA, integrante del Estudio Consejo Federal de Inversiones. “Yo no le veo otra solución que volver a empezar a tener un esquema paritario donde el salario le gane a la inflación otra vez. Si vos recuperas el poder adquisitivo de los sueldos y controlas la inflación, el IPC al estar bajo hará que no se dispare el precio de la Canasta Básica Total y el índice de salarios -en recuperación- que fija el porcentaje de aumento de ganancias, hará que esa brecha sea más grande”, asegura Medina.

El economista plantea que INDEC tiene que actualizar su forma de medición pero sobre todo tiene que volver a controlar y supervisar la evolución de los precios: “Hay que recuperar paritarias por encima del IPC, pero necesitamos controlar los precios. Pero para eso hay que tener un programa sólido con controles, que fue lo que eliminaron los actuales funcionarios del INDEC. Y digo los actuales porque desde 2016 están casi todos los mismos funcionarios; en diciembre de 2019 cambió el titular y sólo 3 de todos los directores del INDEC. Si corregimos estas cosas, la brecha de cuarenta mil pesos entre ser considerado pobre y pagar ganancias va a ir agrandándose”.